Han pasado más de 10 años desde que el evangelista de la nube y fundador de VMEngine, Fabio Cecaro , instruyó a los empleados del departamento de marketing de la empresa que tenía su sede en las afueras de Nápoles. «La nube no es el futuro, la nube es el presente«, dijo. Tenía razón.
Sin embargo, hoy en día muchos se preguntan qué pasará en los próximos años. ¿Cuáles serán las tendencias y qué tecnologías serán las más populares, que serán más seguras y asequibles?
¿Qué nos depara el futuro?
Entre las principales tendencias tecnológicas que Gartner, la multinacional estadounidense que se ocupa de la consultoría, investigación y análisis estratégico en el ámbito de las tecnologías de la información, nos invita a no perder de vista está sin duda la nube distribuida. Y según
Gartner
, para 2025 muchas de las plataformas Cloud podrán proporcionar al menos algunos servicios Cloud distribuidos directamente en el borde , es decir, un modelo de computación distribuida en el que el procesamiento de datos se lleva a cabo lo más cerca posible de donde se solicitan los datos.
Sin embargo, los retos a los que tendrá que enfrentarse la nube en el futuro no son muchos y convincentes. Muy interesantes son, por ejemplo, los resultados de un informe realizado por
KPMG Francia
, encargado por InfraNum, Talan y Linkt, en el que se analizan en gran profundidad las pruebas a las que tendrá que enfrentarse la Nube en un futuro próximo del Viejo Continente.
Según los analistas, el mercado de cloud computing en Europa creció un 27% anual entre 2017 y 2019, alcanzando los 53.000 millones de euros en 2020. La fuerte tendencia de crecimiento continuará durante la próxima década, con un valor esperado de entre 300.000 y 500.000 millones de euros para 2027-2030.
Entre las diversas hipótesis que se vislumbran está la del crecimiento de los proveedores europeos, impulsado principalmente por las necesidades de los mercados emergentes que aún están subestimadas como el edge computing, la inteligencia artificial para datos industriales y el gasto público.
Luego también estaría la hipótesis de una nueva fase regulatoria importante, similar a la observada en el mercado de las telecomunicaciones, con la aparición de un organismo regulador Cloud que vincule a los proveedores.